A las 9:30 am, comenzaron su trayecto, intercambiando vehículos para probar todas las versiones de los SUVs. Tras una hora de camino, llegaron a su destino, donde pudieron relajarse con una clase de yoga y meditación impartida por Teté Mora, embajadora de Lululemon.
El día culminó con un brunch en la terraza del hotel, que ofrecía una espectacular vista de la Barranca de San Cristóbal. Para cerrar la jornada, recibieron más sorpresas de Lululemon, disfrutando de una experiencia única que combinó adrenalina y bienestar.