Este evento, que ya es tradición para los miembros del Yucatán Country Club, destacó no solo por la calidad de los jugadores y el nivel de la competencia, sino por la atmósfera única de camaradería y emoción que se vivió en cada rincón del club. Alejandro Muñoz Ugalde, director de Golf del club, se mostró entusiasta al compartir la importancia de este torneo: “Es nuestro torneo estelar, dirigido solo a nuestros socios. Esperamos alrededor de 200 competidores, que se disputarán el campeonato en categorías que abarcan desde los más jóvenes hasta los más experimentados, lo que hace que este evento sea tan especial.”
El torneo se jugó en el emblemático campo de golf “El Jaguar”, un par 72 con 7,282 yardas que es considerado uno de los mejores de México. Para esta edición, el club hizo ajustes en el campo, con nuevas trampas y modificaciones que desafiarían a los golfistas de manera única, haciendo del Jaguar Classic una experiencia inolvidable. Las categorías se ampliaron, y por primera vez, se incluyó una categoría para los “súper seniors”, lo que permitió que los jugadores de mayor edad también pudieran disfrutar de la competencia en su deporte favorito.
El evento fue una celebración para todos los sentidos, con la presencia de más de 1,200 personas, entre jugadores e invitados, quienes disfrutaron no solo del espectáculo deportivo, sino de la calidez de un club que se siente como una segunda casa para muchos. Y hablando de segundas casas, no podemos dejar de mencionar el vínculo especial entre el Yucatán Country Club y Porsche Centre Mérida. Esta edición fue posible gracias al patrocinio de la marca alemana, que ha demostrado su apoyo constante al club y sus actividades. Para los miembros de este exclusivo lugar, Porsche no solo es un símbolo de lujo, sino una parte integral de su identidad, y este torneo reafirma la relación entre ambas instituciones. Es, en muchos sentidos, una celebración de la perfección, tanto en el golf como en la automoción.
Una de las sorpresas más emocionantes de la jornada fue el hole in one. El reto de lograr un hoyo en uno siempre ha sido una de las mayores aspiraciones de los golfistas, pero el premio en esta ocasión elevó la competencia a otro nivel, pues el hole in one proveía a todos los participantes con la posibilidad de ganar un premio soñado, un Porsche Macan 4 2025, el cuál aseguro que todos los jugadores calcularan, con precisión y destreza, el golpe que podría hacerles aterrizar perfectamente en el hoyo.
Los premios fueron otra de las grandes atracciones del Jaguar Classic. Más de dos millones y medio de pesos en premios se distribuyeron entre los ganadores, con recompensas que incluían desde anualidades para la Casa Club, hasta reconocimientos para los mejores O’yeses, esos momentos que se viven con alegría y sorpresas dentro del torneo. Los ganadores no solo se llevaron un trofeo, sino el orgullo de ser parte de un evento tan significativo para el club, con la tradición de hacer sentir a cada socio como un miembro fundamental de la historia del Yucatán Country Club.
Para los organizadores, el Jaguar Classic es mucho más que una competencia: es una manera de fortalecer el sentido de pertenencia y de celebrar el legado del club, que ha sido testigo de la evolución de muchos golfistas, y que sigue siendo un espacio donde la pasión por el deporte y la fraternidad se viven al máximo. Roberto Kelleher Vales, socio fundador del club, recordó la importancia de los torneos de aniversario, destacando la relevancia de eventos como este, que se sienten como propios, como una parte esencial de la vida de los socios.
En conclusión, la XIV edición del Jaguar Classic fue una fiesta del golf, un evento donde la emoción y la competitividad se fusionaron con la camaradería, y donde la marca Porsche, como patrocinador, aportó un toque de distinción que hizo de esta competencia algo aún más especial. Para los socios del Yucatán Country Club, este torneo no es solo una tradición, es un momento para compartir, competir, y sobre todo, celebrar la vida en uno de los espacios más exclusivos y vibrantes de Mérida.