“El Porsche Mission X es un faro tecnológico para el deportivo del futuro. Recoge el testigo de los deportivos icónicos de décadas pasadas, entre los que destacan el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder. El Mission X proporciona un impulso decisivo para el desarrollo evolutivo de futuros conceptos de vehículos”, dijo Oliver Blume, presidente del Consejo Directivo de Porsche AG. “Atreverse a soñar y autos de ensueño son para nosotros dos caras de la misma moneda: Porsche ha seguido siendo Porsche cambiando constantemente”.
Por su parte, Michael Mauer, director de Style Porsche, dijo: “El Mission X es un claro compromiso con la esencia de Porsche. La expresión continua y mejorada de nuestra identidad de marca y de producto es una brújula crucial para orientarnos en el desarrollo de nuestros modelos de producción en serie. El Mission X simboliza una simbiosis del inconfundible ADN de las carreras automovilísticas con una imagen general exclusiva”.
Unas dimensiones aproximadas de cuatro metros y medio de largo y dos de ancho, hacen del Mission X un hypercar relativamente compacto. Con una distancia entre ejes de dos metros y 73 centímetros, tiene las medidas del Carrera GT o el 918 Spyder. Por motivos aerodinámicos, lleva llantas de diferente tamaño, con rines de 20 pulgadas adelante y de 21 pulgadas atrás.
Diseño: elementos clásicos de la marca, reinterpretados
El Mission X representa la cumbre de las prestaciones y del lujo contemporáneo. Al mismo tiempo, su forma esculpida y sus líneas musculosas demuestran que los hypercars no tienen por qué parecer agresivos. La carrocería, de altura inferior a un metro y veinte centímetros, está acabada en color Rocket Metallic, una elegante pintura especialmente concebida para este prototipo. Bajo la línea de cintura se encuentran elementos de diseño de tejido de carbono. Estos componentes están barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados, pero su estructura material sigue siendo reconocible.
Los rines presentan detalles elaborados: los del eje trasero están dotados de aeroblades casi transparentes, con forma de turbina, para lograr una mejor refrigeración del sistema de frenos.
Una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes. Las puertas de estilo Le Mans están fijadas a los pilares A y al techo. Se abren hacia adelante y hacia arriba. Este tipo de puerta se utilizó anteriormente en el legendario Porsche 917. Otro elemento que llama la atención es la firma lumínica: para el Mission X, los diseñadores reinterpretaron el característico gráfico de cuatro puntos de Porsche. La forma vertical de la base de los faros, trazada hacia abajo casi llegando a la carretera, está inspirada en modelos históricos de competición, entre ellos el Porsche 906 y el 908. Una estructura de soporte de alta tecnología enmarca los módulos de luz LED y presenta los esbeltos elementos expuestos de las luces diurnas y los intermitentes. Al activarse, la luz se abre como un párpado. Completamente iluminados, los faros son una declaración de confianza.
El modernizado escudo Porsche se estrena en el Mission X
La parte posterior del Mission X se caracteriza por una unidad luminosa que parece flotar, donde destacan las letras Porsche transparentes e iluminadas. La escultural luz trasera emerge, como suspendida en el aire, de una moderna estructura de soporte y se extiende por toda el ancho del vehículo en cuatro segmentos. Mientras está siendo cargado, la ‘E’ de las letras Porsche parpadea, adoptando un aire enigmático.
Un detalle especial es el escudo Porsche recién modernizado, que se presenta en el Mission X. Metal precioso cepillado, una estructura de panal tridimensional, un caballo heráldico renovado y un color dorado más sutil son las diferencias entre el nuevo escudo de Porsche y su antecesor inmediato. Con su ejecución más limpia y vanguardista, el refinado emblema comunica el carácter Porsche. En el Mission X se encuentra en el capó, en el volante y, en versión monocromática, en la parte central de los rines.